Que Dios no
permita que yo perca el romanticismo, mismo que yo sepa que las rosas no hablan…
Que yo no perca el optimismo, mismo sabiendo que el futuro que nos
espera no es tan alegre…
Que yo no
perca la voluntad de vivir, mismo sabiendo que la vida es, en muchos ratos,
dolorida…
Que yo no
perca el deseo de tener grandes amigos, mismo sabiendo que, con los giros del
mundo, ellos acaban alejándose de nuestras vidas...
Que yo no perca
la voluntad de ayudar a las personas, mismo sabiendo que muchas de ellas, no
tienen la capacidad de ver, reconocer y retribuir esta ayuda…
Que yo no
perca mi equilibrio, mismo sabiendo que innúmeras fuerzas quieren que yo caiga.
Que yo no
perca el deseo de amar, mismo sabiendo que la persona que yo más amo, puede no
sentir el mismo sentimiento por mí…
Que yo no
perca la luz y el brillo en la mirada, mismo sabiendo que muchas cosas que veré
en el mundo, escurecerán mis ojos…
Que yo no
perca las ganas, mismo sabiendo que la derrota y las pérdidas son dos adversarios
extremadamente peligrosos.
Que yo no
perca la razón, mismo sabiendo que las tentaciones de la vida son inúmeras y
deliciosas…
Que yo no
perca el sentimiento de justicia, mismo sabiendo que el perjudicado podrá ser
yo.
Que yo no
perca mi fuerte abrazo, mismo sabiendo que un día mis brazos estarán débiles…
Que yo no
perca la belleza y la alegría de vivir, mismo sabiendo que muchas lágrimas brotarán
de mis ojos y correrán por mi alma…
Que yo no
perca el amor por mi familia, mismo sabiendo que muchas veces me exigirá
esfuerzos increíbles para mantener la harmonía.
Que yo no
perca la voluntad de donar este enorme amor que existe en mi corazón, mismo
sabiendo que muchas veces el será sometido y hasta rechazado…
Que yo no
perca la voluntad de ser grande, mismo sabiendo que el mundo es pequeño… y
sobre todo…
¡Que jamás
me olvide que Dios me ama infinitamente, que un pequeño grano de alegría y
esperanza en el corazón de cada uno es capaz de cambiar y transformar cualquier
cosa, porque la vida es construida en los sueños y concretizada en el amor!
Lembranças boas de toda a minha vida, de todos os momentos que tive a bênção de viver, vêm me abraçar para compensar o cansaço de um dia estressante. 